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Hechos 7

7.1-53 Esteban habla con los líderes religiosos

1 ¿Recuerdas que los judíos de la sinagoga les pagaron a otros hombres para decir mentiras de Esteban?

El Sacerdote más importante dijo a Esteban:

Estos hombres dicen:

“Esteban habla contra Moisés, contra Dios y contra el templo”.

¿Eso es verdad?

2-4 Esteban dijo:

¡Hermanos y padres de Israel, por favor escúchenme!

Abraham vivía en una región de nombre Mesopotamia.

Un día Abraham vio a nuestro poderoso Dios.

Dios dijo a Abraham:

“Tú debes salir de tu país y dejar a tu familia.

Yo te mostraré un nuevo país.

Tú debes ir a ese nuevo país”.

Abraham

  • salió de Caldea y
  • fue a una ciudad de nombre Harán.

Un día el padre de Abraham murió.

Dios dijo a Abraham:

“Tú debes salir de Harán e ir a otro país”.

Ese país es Israel donde todos nosotros vivimos.

5 Pero en ese tiempo Dios no dio ni un metro de este país a Abraham.

Al contrario Dios hizo una promesa a Abraham.

Dios dijo:

“En el futuro, tus hijos serán los dueños de todo este país”

Pero Abraham no tenía hijos.

6 Dios también dijo a Abraham:

“Tu familia vivirá en otro país.

Otras personas gobernarán a tu familia.

Esas personas

  • usarán a tu familia como esclavos y
  • tratarán mal a tu familia por 400 años.

7 Pero yo (Dios) castigaré a las personas que trataron mal a tu familia.

Después tu familia

  • saldrá de ese país,
  • vendrá a esta montaña y
  • me adorará”.

8 Con esta promesa Dios hizo un pacto con Abraham.

Dios dijo a Abraham:

“Tú debes circuncidar a todos los hombres de tu familia”.

Abraham obedeció a Dios.

Abraham tuvo un hijo de nombre Isaac.

Abraham circuncidó a Isaac una semana después de su nacimiento.

Algunos años después Isaac tuvo un hijo de nombre Jacob.

Isaac también circuncidó a Jacob.

Algunos años después Jacob tuvo 12 hijos.

Jacob circuncidó a todos sus 12 hijos.

Estos 12 hijos son los padres de las 12 familias de Israel.

9 Uno de los hijos de Jacob era José.

Sus hermanos tenían celos de José.

Por eso un día los hermanos vendieron a José para ser esclavo en Egipto.

Pero Dios estaba con José.

10 Dios

  • ayudó a José en todos sus problemas y dificultades,
  • dio mucha sabiduría a José e
  • hizo que Faraón, el rey de Egipto, pensara bien de José.

Por eso Faraón, dio autoridad a José sobre el palacio y

sobre todo Egipto.

11 Unos años después no había nada de comida en Egipto ni en Canaán.

Por eso muchas personas sufrieron mucho.

Nuestros antepasados no tenían nada para comer.

12 Jacob escuchó que era posible comprar comida en Egipto.

Por eso Jacob envió a sus hijos a Egipto.

Este fue el primer viaje de los hijos de Jacob a Egipto.

13 Pero después esa comida se acabó.

Por eso Jacob envió a sus hijos a Egipto otra vez.

Esta vez José dijo a los hijos de Jacob:

“Yo soy José.

Ustedes son mis hermanos”.

Faraón también supo que los hermanos de José estaban en Egipto.

14 Después José dijo a sus hermanos:

“Ustedes deben ir a nuestra casa y decir a mi padre:

‘José está vivo.

José vive en Egipto.

José quiere que tú y toda la familia vayan a vivir a Egipto’”.

Había 75 personas en la familia de Jacob.

15 Después de escuchar esto, Jacob y toda su familia se fueron a vivir a Egipto.

Jacob y sus 12 hijos (nuestros antepasados) vivieron en Egipto el resto de sus vidas.

16 Los israelitas llevaron los cuerpos de Jacob y de sus 12 hijos a una tumba en Siquem, aquí en Israel.

(¿Recuerdas que antes Abraham había comprado esa tumba a los hijos de un hombre de nombre Hamor?)

17-19 Pasaron muchos años.

Muy pronto Dios cumpliría su promesa a Abraham.

La familia de Jacob había crecido muchísimo.

Por eso más y más israelitas vivían en Egipto.

Otro rey gobernaba en Egipto.

Pero este rey no sabía nada de José.

El rey

  • engañó a nuestros antepasados y
  • fue muy malo con nuestros antepasados.

Por ejemplo, el rey obligó a los padres de los bebés israelitas a abandonar a sus hijos.

Así murieron muchos bebés israelitas.

20 En ese tiempo nació Moisés.

Moisés era un bebé muy lindo.

Sus padres escondieron a Moisés en su casa por 3 meses.

21 Después de esos 3 meses su madre no pudo esconder más a Moisés.

Pero la hija de Faraón

  • encontró a Moisés,
  • adoptó a Moisés y
  • cuidó a Moisés como a su propio hijo.

22 Moisés recibió la mejor educación de Egipto.

Las palabras y las acciones de Moisés mostraban que era de la familia del rey.

23 A sus 40 años, un día Moisés decidió ir a visitar a las personas de Israel (su familia natural).

24 Moisés vio que un hombre de Egipto golpeaba a un esclavo israelita.

Moisés protegió al israelita y mató al hombre de Egipto.

25 Moisés pensaba:

“Los israelitas entenderán que Dios quiere usarme a mí para salvarlos”.

Pero los Israelitas no entendieron esto.

26 Un día después, Moisés vio que un israelita maltrataba a otro israelita.

Moisés dijo a los israelitas:

“Ustedes son miembros de la familia de Israel.

Ustedes no deben pelear”.

27 El hombre que maltrataba al otro israelita empujó a Moisés y dijo:

“Tú no tienes autoridad para gobernarnos a nosotros.

Tú no eres nuestro rey ni nuestro juez.

28 Ayer tú mataste a un hombre de Egipto.

¿Ahora tú también me quieres matar a mí?”.

29 Después de escuchar estas palabras, Moisés tuvo mucho miedo.

Por eso Moisés salió de Egipto y se fue a Madian.

Allí Moisés

  • construyó una casa,
  • se casó y
  • tuvo 2 hijos.

30 40 años después, Moisés estaba en el desierto cerca de una montaña de nombre Sinaí.

Allí Moisés vio un árbol pequeño que tenía fuego.

Dentro del árbol había un ángel.

31 Al ver esto, Moisés se sintió muy sorprendido.

Moisés quería saber qué estaba pasando.

Por eso Moisés caminó más cerca del árbol.

Pero Moisés escuchó una voz.

Esta voz era la voz del Señor.

32 El Señor dijo:

“Yo soy el Dios de tus antepasados: Abraham, Isaac y Jacob”.

Moisés empezó a temblar y no quiso mirar más.

33 Dios dijo a Moisés:

“Yo estoy aquí.

Este es un lugar santo.

Por eso tú debes quitarte los zapatos.

34 Yo sé que los israelitas (mi pueblo) sufren y lloran.

Por eso yo he decidido bajar del cielo para salvar a mi pueblo.

Yo liberaré a los israelitas de la esclavitud.

Yo tengo un plan.

Moisés, yo te enviaré a Egipto otra vez”.

35 Después Esteban dijo:

Los israelitas rechazaron a Moisés y dijeron:

“Tú no eres nuestro rey ni nuestro juez”.

Pero en verdad, Dios mismo envió a Moisés para gobernar y salvar a los israelitas.

Nosotros sabemos esto porque Moisés vio un ángel en el desierto.

La visión del ángel muestra que Dios envió a Moisés.

36 Moisés sacó a los israelitas de Egipto y por 40 años hizo muchos milagros, en Egipto, en el mar rojo y en el desierto.

37 Moisés dijo a los israelitas:

“En el futuro Dios enviará a otro profeta como yo.

Ese profeta será israelita”.

38 Moisés

  • lideró a los israelitas en el desierto,
  • estuvo con el ángel en el monte Sinaí,
  • recibió el mensaje de Dios (que da vida) y
  • dio ese mensaje a nuestros antepasados.

39 Pero nuestros antepasados no querían obedecer ni aceptar a Moisés.

Nuestros antepasados querían ir a Egipto otra vez.

40 ¿Recuerdan que Moisés hablaba con Dios en la montaña?

En ese tiempo, los israelitas dijeron a Aarón:

“Moisés nos sacó a nosotros de Egipto.

Pero ya pasó mucho tiempo.

Nosotros no sabemos dónde está Moisés.

Tal vez Moisés murió en la montaña.

Por eso tú debes hacer ídolos para nosotros.

Esos ídolos serán nuestros dioses y nos mostrarán a nosotros qué debemos hacer”.

41 Nuestros antepasados

  • hicieron un ternero de oro.
  • mataron y quemaron a algunos animales para adorar al ternero e
  • hicieron una fiesta para honrar al ternero.

Nuestros antepasados pensaban que todo eso era muy bueno.

42 Pero Dios abandonó a los israelitas y permitió que los israelitas hicieran toda clase de acciones malas.

Los israelitas decidieron adorar al sol, a la luna y a las estrellas.

El profeta Amos dijo:

“Dios dijo:

‘¡Atención israelitas!

Ustedes vivieron en el desierto 40 años.

Pero ustedes nunca mataron ni quemaron animales para adorarme a mí.

43 Al contrario, ustedes hicieron y adoraron dioses falsos, como a Moloc y a Refán.

Por ese pecado yo los echaré a ustedes fuera de Israel.

Yo los llevaré a ustedes más lejos que Babilonia’”.

44 Dios mostró y explicó a Moisés cómo construir la carpa especial.

Moisés construyó la carpa especial siguiendo las instrucciones que recibió.

Esa carpa siempre estuvo en el desierto con nuestros antepasados.

45 Nuestros antepasados dieron esa carpa a sus hijos.

Dios ayudó a Josué y a los israelitas a conquistar la tierra de Canaán.

La carpa estuvo aquí hasta el tiempo del rey David.

46 Dios estaba muy feliz con David.

Dios bendijo a David.

David quería construir un templo para Dios.

47 Pero David no construyó ese templo.

Salomón (el hijo de David) construyó el templo para Dios.

48 Los hombres pueden construir templos.

Pero el Dios Todopoderoso no vive en templos.

Hace muchos años el profeta Isaías escribió:

49 “Yo ya tengo una casa

Ustedes no pueden construir una mejor casa para mí.

El cielo es mi trono.

Mis pies descansan sobre la Tierra.

50 Recuerden, yo creé todo el universo”.

51 Después Esteban dijo:

Ustedes no quieren escuchar el mensaje y rechazan a Dios.

¿Por qué?

Porque ustedes

  • no aman a Dios,
  • no quieren entender el mensaje de Dios y
  • nunca obedecen al Espíritu Santo.

Ustedes son iguales a sus antepasados.

52 Los antepasados de ustedes maltrataron a todos los profetas.

Algunos de esos profetas dijeron que el Cristo vendría.

Pero los antepasados de ustedes mataron a esos profetas.

Ustedes también hicieron lo mismo.

Ustedes traicionaron y mataron al Cristo.

53 Dios usó a sus ángeles para dar la ley a ustedes.

Pero ustedes no obedecieron la ley.

7.54-60 Los lideres religiosos matan a Esteban

54 Después de escuchar esto, los miembros del Consejo religioso se enojaron mucho con Esteban.

55 La presencia del Espíritu Santo estaba con Esteban.

Esteban miró hacia el cielo y vio la luz brillante de Dios.

Esteban también vio a Jesús.

Jesús estaba de pie al lado derecho de Dios.

56 Esteban dijo:

Yo puedo ver el trono de Dios.

Jesús (el Hijo del Hombre) está de pie al lado derecho de Dios.

57-58 Los líderes no querían escuchar más a Esteban.

Por eso los líderes gritaron y pusieron sus manos en las orejas para no escuchar a Esteban.

Después los líderes

  • llevaron a Esteban fuera de la ciudad,
  • se quitaron las capas,
  • dieron las capas a un hombre joven de nombre Saúl y
  • lanzaron piedras para matar a Esteban.

59 Esteban dijo:

Señor Jesús, por favor recibe mi espíritu.

60 Esteban cayó de rodillas y gritó:

Señor olvida el pecado de las personas que me están matando.

Después de decir estas palabras, Esteban murió.