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Hechos 13

13.1-3 Los creyentes de Antioquía oran por Saulo y Bernabé

1 En la iglesia de Antioquía de Siria estaban

  • Bernabé,
  • Simeón (otro nombre era “el Negro”),
  • Lucio (de Cirene),
  • Saulo y
  • Menahem (un amigo muy cercano del rey Herodes).

Estos hombres eran profetas y maestros.

2 Un día, estos hombres estaban adorando al Señor y ayunando.

El Espíritu Santo dijo:

Yo escogí a Bernabé y a Saulo para hacer un trabajo especial.

Ustedes deben enviar a Bernabé y a Saulo a hacer ese trabajo.

3 Después de ayunar y orar, los hombres

  • oraron y tocaron las cabezas de Bernabé y de Saulo y
  • enviaron a Bernabé y a Saulo a otros lugares a predicar el mensaje de salvación.

13.4-12 Bernabé y Saulo van a Chipre

4-5 Bernabé y Saulo obedecieron al Espíritu Santo y fueron a una ciudad de nombre Seleucia.

Juan Marcos ayudaba a Bernabé y a Saulo.

Bernabé, Saulo y Juan Marcos subieron a un barco y fueron a la isla de Chipre.

Los 3 llegaron a un pueblo de nombre Salamina y hablaron del mensaje de salvación en las sinagogas de los judíos.

6, 8a Después Bernabé, Saulo y Juan Marcos fueron a un pueblo de nombre Pafos.

Pafos estaba al otro lado de la isla de Chipre.

Allí en Pafos, los 3 hombres vieron a un mago judío de nombre Barjesús.

(En el idioma griego el nombre del mago Barjesús era “Elimas”).

Barjesús también era un falso profeta judío.

7 Barjesús era un amigo de Sergio Paulo.

Sergio Paulo

  • era el gobernador de la isla de Chipre,
  • era un hombre muy inteligente y
  • quería escuchar el mensaje de Jesús.

Por eso Sergio Paulo envió a una persona a buscar a Bernabé y a Saulo.

8b Barjesús no quería que Sergio Paulo creyera en Jesús.

Por eso Barjesús hablaba en contra de Bernabé y de Saulo.

9 Otro nombre de Saulo era Pablo.

Dios llenó a Pablo con el Espíritu Santo.

Pablo miró a los ojos a Barjesús y dijo:

10 ¡Tú eres un hijo del diablo!

¡Tú estás en contra de todo lo bueno!

¡Tú piensas sólo en cosas malas!

¡A ti te gusta engañar a las personas!

Tú no eres un profeta de Dios.

11 El Señor te castigará.

Por eso, por un tiempo, tú no podrás ver nada.

Inmediatamente, Barjesús no pudo ver nada.

Barjesús no podía caminar sólo y necesitaba que una persona tomara su mano para guiarlo.

12 El gobernador vio esto y creyó en Jesús.

El gobernador estaba muy sorprendido por el mensaje de Jesús.

13.14-52 Pablo y Bernabe van a Antioquía de Pisidia

13 Bernabé, Juan Marcos y Pablo

  • salieron de Pafos en un barco y
  • fueron a una ciudad de nombre Perge.

(Perge estaba en la región de Panfilia).

Después Juan Marcos se fue otra vez a Jerusalén.

14 Pero Bernabé y Pablo continuaron el viaje hasta una ciudad de nombre Antioquía.

Esa ciudad estaba en la región de Pisidia.

Un día sábado Bernabé y Pablo fueron a una sinagoga judía.

15 Una persona leyó la ley de Moisés y las palabras de los profetas.

Después los líderes de la sinagoga dijeron a Pablo y a Bernabé:

¿Amigos, ustedes tienen un mensaje para animar a las

personas de la sinagoga?

Nosotros estamos listos para escuchar ese mensaje.

16 Pablo

  • se puso de pie,
  • levantó la mano y
  • dijo a las personas de la sinagoga:

¡Atención! Hombres judíos y todos los hombres que respetan a Dios, escuchen por favor.

17 El Dios de Israel escogió a nuestros antepasados para ser miembros de su familia.

Por un tiempo, nuestros antepasados (los judíos) vivieron en Egipto.

Los judíos tuvieron muchos bebés.

Por eso había muchos judíos en Egipto.

Pero años después Dios mostró su poder y sacó a todos los judíos de Egipto.

18 Los judíos estuvieron 40 años en el desierto.

Todo ese tiempo los judíos hablaron contra Dios.

Pero Dios fue paciente con los judíos.

19 Dios ayudó a los judíos a conquistar 7 países de la región de Canaán.

Dios dio toda esa región a los judíos.

Así los judíos tuvieron su propio país.

20 Todas estas cosas pasaron en 450 años.

Después Dios dio unos líderes que gobernaron a Israel hasta el tiempo del profeta Samuel.

21 En el tiempo del profeta Samuel los judíos dijeron:

“Nosotros queremos tener un rey”.

Dios escogió a Saúl como rey de Israel.

Saúl gobernó a Israel por 40 años.

(El padre de Saúl era Quis, de la familia de Benjamín).

22 Después de 40 años, Dios

  • sacó a Saúl del trono de Israel y
  • escogió a David para ser el nuevo rey.

Dios habló de David y dijo:

“Yo estaba buscando a una persona como David, el hijo de Jesé.

Yo sé que David me obedecerá en todo”.

23 Dios dijo a David:

“En el futuro una persona de tu familia salvará a Israel”.

Dios ya cumplió esa promesa.

Ese salvador ya vino a Israel.

¿Quién es ese salvador?

¡Ese salvador es Jesús!

24 Antes de la llegada de Jesús, Juan el Bautista dijo a los judíos:

“Ustedes deben decir a Dios:

‘Yo he pecado.

Yo ya no quiero pecar más.

Por favor olvida mis pecados’.

Después ustedes deben bautizarse”.

25 Antes de morir, Juan el Bautista dijo:

“Algunas personas piensan que yo soy el Cristo.

Pero yo no soy el Cristo.

El Cristo vendrá muy pronto.

Yo no soy tan bueno o importante para servir al Cristo como esclavo”.

26 Pablo continuó hablando y dijo:

Amigos judíos, nosotros somos de la familia de Abraham.

Aquí también hay algunas personas no judías, pero que respetan y adoran a Dios.

El mensaje de salvación es para todos.

27-29 Todos los sábados, ustedes leen los libros de los profetas en sus sinagogas.

Los libros de los profetas explican quién es Jesús.

Pero ustedes no entendieron ese mensaje.

Por eso ustedes y los líderes de Jerusalén mataron a Jesús.

Los líderes religiosos no tenían ninguna razón para matar a Jesús.

Pero los líderes dijeron a Pilato:

¡Mata a Jesús!

Así los líderes religiosos cumplieron las profecías de la muerte de Jesús.

Después de la muerte de Jesús, unas personas

  • bajaron el cuerpo de Jesús de la cruz y
  • pusieron el cuerpo en una tumba.

30 Pero Dios resucitó a Jesús.

31 Antes de morir, Jesús viajó con sus mejores amigos desde Galilea hasta Jerusalén.

Ahora sus amigos testifican que Jesús está vivo.

32 El mensaje que nosotros predicamos son buenas noticias.

Esas buenas noticias son las mismas que Dios prometió a nuestros antepasados.

33 Con la resurrección de Jesús, Dios cumplió su promesa.

En el libro de Salmos Dios dijo:

“Tú eres mi Hijo. Hoy yo te he dado vida”.

34 En el libro de Isaías Dios también dijo:

“Yo prometí bendiciones santas y verdaderas a David.

Yo te doy estas mismas bendiciones”.

Dios resucitó a Jesús y no dejó a Jesús en la tumba.

Jesús nunca irá a la tumba otra vez.

35 El libro de Salmos también dice:

“Yo soy tu siervo especial.

Mi cuerpo no se quedará en una tumba para siempre”.

36 ¿Este siervo especial era David?

¡Claro que no!

¿Por qué?

Porque después de cumplir todo el propósito de Dios para su vida, David murió.

Dios no resucitó a David.

El cuerpo de David se quedó en la tumba y los gusanos se comieron su cuerpo.

37 Pero al contrario Dios sí resucitó a Jesús.

El cuerpo de Jesús no se quedó en la tumba y los gusanos no se comieron su cuerpo.

38-39 Amigos, yo quiero que ustedes sepan algo.

Ustedes podrían obedecer toda la ley de Moisés.

Pero ustedes nunca serían libres del pecado.

Al contrario, ustedes sólo deben creer en Jesús.

Así Dios olvidará sus pecados y ustedes serán libres del pecado.

Esta promesa es para ustedes y para todas las personas de la Tierra.

40-41 Ustedes deben tener cuidado y prestar atención.

Dios podría castigarlos a ustedes.

Hace muchos años, los profetas de Dios dijeron:

“Ustedes piensan que no es importante respetar a Dios.

En estos tiempos Dios está haciendo cosas maravillosas.

Algunas personas testifican de sus milagros, pero ustedes no creen.

Ustedes verán los milagros de Dios, se sorprenderán mucho y morirán”.

42 Después las personas de la sinagoga dijeron a Pablo y a Bernabé:

Por favor, vengan el otro sábado y nos explican más sobre estas cosas a nosotros.

43 En la sinagoga había 2 grupos de judíos.

1. Las personas de familias judías y

2. Las personas de familias no judías que decidieron cambiar de religión y ahora eran judíos.

Al final de la reunión, todas esas personas siguieron a Pablo y a Bernabé.

Pablo y Bernabé dijeron:

Ustedes siempre deben confiar en la gracia de Dios.

44 El siguiente sábado casi todas las personas de la ciudad fueron a la sinagoga.

¿Para qué?

Para escuchar a Pablo y a Bernabé hablar del mensaje del Señor Jesús.

45 Los líderes religiosos vieron que todas las personas querían escuchar a Pablo y a Bernabé.

Por eso, los líderes

  • sintieron celos,
  • hablaron contra Pablo y Bernabé y contra su mensaje.

46 Pablo y Bernabé no tenían miedo de los líderes religiosos y dijeron:

Dios quiere darles vida eterna a ustedes (los judíos).

Por eso Dios primero nos envío a nosotros a predicarles este mensaje a ustedes.

Pero ustedes no quieren creer el mensaje.

Ustedes rechazan la vida eterna.

Por eso, ahora nosotros predicaremos este mensaje a las personas no judías.

47 El Señor nos dijo a nosotros:

“Ustedes (Israel) deben ser como una luz para las personas no judías.

Yo los envío a ustedes a predicar el mensaje de salvación a todas las personas de la Tierra”.

48 Las personas no judías

  • estaban muy felices de escuchar este mensaje y
  • dijeron:

¡El mensaje de salvación es maravilloso!

Dios ya había escogido cuáles personas recibirían la salvación y la vida eterna.

Todas esas personas creyeron el mensaje.

49, 52 Las personas de toda la región escucharon el mensaje de salvación.

Los nuevos creyentes estaban muy felices.

La presencia del Espíritu Santo estaba con los nuevos creyentes todo el tiempo.

50 Los líderes religiosos querían sacar a Pablo y a Bernabé del pueblo.

Por eso los líderes hablaron con los hombres importantes y las mujeres ricas y religiosas de la ciudad.

Esas personas animaron a otras personas a buscar y a maltratar a Pablo y a Bernabé hasta que se fueran.

51 Entonces Pablo y Bernabé se limpiaron el polvo de los pies.

Así mostraron que estas personas habían rechazado el mensaje de salvación.

Después Pablo y Bernabé salieron de Antioquía y fueron a una ciudad de nombre Iconio.