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Juan 9

9.1-12 Jesús sana a un hombre ciego

1 Jesús vio a un hombre en el camino.

Este hombre nació ciego.

2 Los discípulos dijeron a Jesús:

Maestro, ¿por qué este hombre nació ciego?

¿De quién es la culpa?

¿Quién pecó: este hombre o los padres de este hombre?

3 Jesús dijo:

No es la culpa de este hombre ni de sus padres.

Este hombre nació ciego porque Dios quiere hacer un milagro y mostrar su poder.

4-5 Dios me envió al mundo.

Ahora yo doy mi luz al mundo.

Por eso, hay luz y es día.

Yo debo continuar

  • trabajando y
  • haciendo los milagros de Dios.

Pero, muy pronto

  • yo me iré del mundo,
  • mi luz ya no estará y
  • será oscuro, igual que la noche.

En la noche, ninguna persona puede trabajar.

6-7 Después Jesús

  • escupió en el piso,
  • mezcló la saliva con la tierra,
  • hizo barro,
  • puso el barro en los ojos del hombre ciego y
  • dijo al hombre:

Ve a la piscina de Siloé y lávate la cara.

El hombre

  • fue a la piscina,
  • se lavó la cara y
  • fue donde Jesús otra vez.

Después el hombre estaba sano y podía ver.

8 Antes este hombre era ciego y pedía plata.

Algunas personas conocían a este hombre y decían:

¿Este no es el hombre ciego que pedía plata?

9 Algunas personas decían:

Sí, ese hombre es el ciego.

Pero otras personas decían:

No, ese hombre se parece al ciego, pero ese hombre es otro hombre diferente.

Entonces, el hombre dijo:

Sí, yo soy el mismo hombre.

Antes yo era ciego y pedía plata.

10 Las personas dijeron:

¿Qué pasó?

¿Por qué ahora tú puedes ver?

11 El hombre dijo:

Jesús me sanó.

Jesús

  • hizo un poco de barro,
  • puso ese barro en mis ojos y
  • me dijo:

“Tú debes ir a la piscina de Siloé y lavarte la cara”.

Después yo

  • obedecí la orden de Jesús,
  • fuí a la piscina de Siloé,
  • me lavé la cara y
  • después yo pude ver.

12 Las personas dijeron:

¿Dónde está Jesús?

El hombre dijo:

Yo no sé.

Jesus pone barro en los ojos de un hombre ciego

Jesús hizo barro y puso el barro en los ojos del hombre ciego.

Después Jesús dijo: 

     Ve a la piscina de Siloe y lávate la cara.

El hombre

     obedeció a Jesús,

     fue sano y

     pudo ver.

9.13-17 Algunos líderes religiosos hablan con el hombre que Jesús sanó

13-14 Jesús sanó al hombre ciego un día sábado.

Las personas llevaron a este hombre para hablar con los líderes religiosos.

15 Los líderes dijeron:

¿Por qué tú puedes ver?

El hombre dijo:

Jesús me sanó.

Jesús puso barro en mis ojos.

Después yo me lavé la cara, y ahora yo puedo ver.

16 Algunos líderes dijeron:

Nosotros no creemos que Jesús te haya sanado.

Jesús no tiene la autoridad de Dios para sanar.

¿Por qué?

Porque Jesús no obedece la ley del día sábado.

Otros líderes dijeron:

Jesús hace milagros.

Un pecador no puede hacer milagros.

Los líderes no estaban de acuerdo.

17 Entonces otra vez los líderes dijeron al hombre que antes estaba ciego:

Jesús te sanó.

¿Qué piensas tú de Jesús?

El hombre dijo:

Jesús es un profeta.

9.18-23 Los líderes hablan con los padres del hombre que Jesús sanó

18-23 Los líderes religiosos no creían que el hombre era ciego.

Por eso los líderes buscaron a los padres del hombre.

Los líderes dijeron a los padres:

¿Este hombre es hijo de ustedes?

¿Es verdad que este hombre nació ciego?

¿Por qué este hombre ahora puede ver?

Hace un tiempo atrás los líderes dijeron:

La persona que diga “Jesus es el Cristo” no puede estar en la sinagoga.

Los padres del hombre ciego tenían miedo de los líderes.

¿Por qué?

Porque los líderes podrían echar a los padres fuera de la sinagoga.

Por eso los padres dijeron:

Sí, este hombre es nuestro hijo y nació ciego.

Pero nosotros no sabemos

  • por qué ahora nuestro hijo puede ver ni
  • quién sanó a nuestro hijo.

Ustedes deben hacer esas preguntas a nuestro hijo.

Nuestro hijo ya es adulto y puede responder esas preguntas.

9.24-34 Los líderes hablan otra vez con el hombre que Jesús sanó

24 Entonces, otra vez los líderes hablaron con el hombre que era ciego y dijeron:

Nosotros sabemos que Jesús es pecador y no es profeta.

Tú debes prometer delante de Dios que tú dirás la verdad.

25 El hombre dijo:

Yo no creo que Jesús sea pecador.

Pero yo sé algo:

Antes yo era ciego, pero ahora yo puedo ver.

26 Los líderes dijeron:

¿Qué hizo Jesús?

¿Cómo te sanó Jesús?

27 El hombre que era ciego dijo:

Yo ya dije cómo Jesús me sanó, pero ustedes no me creen.

¿Por qué ustedes quieren escuchar esta historia otra vez?

¿Ustedes también quieren creer en Jesús y ser sus discípulos?

28 Los líderes se enojaron y gritaron:

¡Tú no sabes nada!

Tú eres discípulo de Jesús.

Pero nosotros somos discípulos de Moisés.

29 Nosotros sabemos que Dios habló y dio su autoridad a Moisés.

Pero nosotros no sabemos quién dio autoridad a Jesús.

30 El hombre dijo:

¡Qué raro!

Ustedes no saben quién envió a Jesús.

Pero Jesús sanó mis ojos.

31 Nosotros sabemos que Dios no usa pecadores para hacer milagros.

Pero tal vez una persona adora y obedece a Dios.

Entonces Dios sí usa a esa persona para hacer milagros.

32 Hace muchos años Dios creó el universo.

En todo ese tiempo nunca una persona ha sanado a un hombre que nació ciego.

¡Esta es la primera vez!

33 Ustedes no saben quién envió a Jesús.

Pero yo sé algo:

La persona que Dios envía puede hacer milagros.

La persona que Dios no envía no puede hacer milagros.

Jesús me sanó e hizo un milagro.

Es claro que Dios envió a Jesús.

Por eso, Jesús pudo sanarme.

34 Los líderes dijeron:

Tus padres fueron pecadores y tú también eres pecador.

Tú no puedes enseñarnos nada a nosotros.

Vete de nuestra sinagoga.

9.35-41 Ciegos espirituales

35 Jesús

  • supo que los líderes echaron al hombre de la sinagoga,
  • buscó al hombre y
  • dijo:

¿Tú crees en el Hijo del Hombre, el Cristo?

36 El hombre dijo:

Yo quiero creer en el Hijo del Hombre.

¿Quién es?

Por favor, Señor, dime quién es.

Así yo creeré en el Hijo del Hombre.

37 Jesús dijo:

Tú ya viste al Hijo del Hombre.

Yo soy el Hijo del Hombre, el Cristo.

38 El hombre dijo:

Yo creo que tú eres el Cristo.

El hombre cayó de rodillas y adoró a Jesús.

39 Jesús dijo:

Yo vine al mundo para juzgar a todas las personas.

Hay 2 grupos de personas.

Grupo 1

Las personas del grupo 1 piensan:

  • nosotros somos ciegos espírituales.
  • nosotros no entendemos las cosas de Dios.

Yo (Jesús) daré visión espíritual a las personas del grupo 1 para entender las cosas de Dios.

Grupo 2

Las personas del grupo 2 piensan

  • nosotros no somos ciegos espírituales.
  • nosotros entendemos todas las cosas de Dios.

Un día yo (Jesús) juzgaré a todas las personas del mundo.

El día del juicio mostrará que las personas del grupo 2

  • están completamente equivocadas,
  • son ciegas espirituales y
  • no entienden las cosas de Dios.

40 Algunos líderes religiosos escucharon estas palabras y dijeron:

¿Tú dices que nosotros

  • somos ciegos espirituales y
  • no entendemos las cosas de Dios?

41 Jesús dijo:

Tal vez ustedes dijeran:

“Nosotros no entendemos las cosas de Dios”.

Entonces, yo estaría feliz porque Dios olvidaría los pecados de ustedes.

Pero ustedes dicen:

“Nosotros entendemos todas las cosas de Dios”.

Por culpa de su orgullo Dios no olvidará los pecados de ustedes.