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Juan 8

8.1-11 Jesús olvida los pecados de una mujer

1 Jesús fue al Monte de los Olivos.

2 El día después, temprano en la mañana, Jesús fue al templo otra vez.

Todas las personas se acercaron a Jesús.

Jesús se sentó y enseñó a las personas.

3 Los líderes religiosos encontraron a una mujer teniendo sexo con un hombre.

El hombre y la mujer no eran esposos.

Los líderes

  • trajeron a la mujer a Jesús y
  • pusieron a la mujer en medio de todas las personas.

4 Los líderes dijeron a Jesús:

Maestro, nosotros encontramos a esta mujer teniendo sexo con un hombre.

Pero ese hombre no es el esposo de esta mujer.

5 La ley de Moisés dice que nosotros debemos lanzar piedras para matar a esta mujer.

¿Jesús, tú estás de acuerdo?

¿Qué hacemos nosotros con esta mujer?

6 ¿Para qué los líderes dijeron esto?

Para escuchar qué diría Jesús y así tener pruebas contra Jesús.

Jesús se sentó y escribió en el piso con el dedo.

7 Los líderes continuaron hablando.

Jesús miró a los líderes y dijo:

Está bien.

Ustedes pueden matar a esta mujer.

¿Pero quién puede lanzar la primera piedra?

La persona que nunca pecó.

8 Jesús escribió en el piso otra vez.

9 Después de estas palabras todas las personas se fueron.

Primero se fueron las personas más viejas.

Después se fueron las otras personas.

La mujer estaba de pie, sola con Jesús.

10 Jesús se puso de pie y dijo:

Señora, antes muchas personas estaban aquí.

Esas personas querían matarte.

¿Dónde están esas personas ahora?

¿Alguna de esas personas te castigó?

11 La mujer dijo:

No, Señor.

Ninguna de esas personas me castigó.

Jesús dijo:

Esas personas no te castigaron.

Yo no te castigaré.

Vete de aquí pero no peques otra vez.

Jesus habla con una mujer

Jesús dijo: 

     Muchas personas querían matarte.

     ¿A dónde están esas personas ahora?

     Esas personas no te castigaron.

     Yo tampoco te castigaré.

     Vete de aquí pero no peques otra vez.

8.12-20 Jesús es la Luz del mundo

12 Jesús habló a las personas otra vez y dijo:

Yo soy la Luz del mundo.

Tal vez una persona me sigue a mí.

Esa persona nunca vivirá en la oscuridad.

Al contrario, esa persona tendrá la luz que da vida.

13 Los líderes religiosos dijeron:

Tú hablas de ti mismo.

¿Cómo nosotros sabemos que tú dices la verdad?

14 Jesús dijo:

Sí, yo hablo de mí mismo, pero no importa.

Yo digo la verdad.

¿Por qué?

Porque yo sé que

  • yo vine del cielo y
  • yo voy al cielo otra vez.

Pero ustedes no saben eso.

15 Ustedes me juzgan como las personas juzgan.

Pero yo no juzgo a ninguna persona.

16 Tal vez yo juzgo a una persona.

Yo juzgaría a esa persona igual como el Padre juzgaría a esa persona.

Mi Padre juzga de acuerdo a la verdad.

Eso significa que yo también juzgaría a esa persona de acuerdo a la verdad.

¿Por qué?

Porque yo no estoy solo.

El Padre me envió y está conmigo.

17 La Ley de ustedes dice:

“Tal vez 2 testigos dicen lo mismo delante de un juez.

Entonces, ustedes deben creer las palabras de esos 2 testigos”.

18 Ustedes deben creer mis palabras.

¿Por qué?

Porque yo también tengo 2 testigos que dicen lo mismo de mí.

¿Quiénes?

1. mi Padre (quién me envió) y

2. yo.

19 Las personas dijeron a Jesús:

¿Dónde está tu Padre?

Jesús dijo:

¿Por qué ustedes me preguntan eso?

Porque ustedes no conocen al Padre ni me conocen a mí.

La persona que me conoce a mí también conoce a mi Padre.

20 Jesús enseñó y dijo todas estas palabras en el templo.

En el templo había una caja.

Las personas ponían sus ofrendas en esa caja.

Jesús estaba cerca de esa caja.

Ninguna persona intentó arrestar a Jesús.

¿Por qué?

Porque no era el tiempo para que Jesús muriera.

8.21-30 Jesús dice: Yo vengo del cielo

21 Jesús habló otra vez y dijo:

Yo me iré.

Ustedes me buscarán.

Pero ustedes no podrán ir al lugar donde yo voy.

Dios no olvidará los pecados de ustedes.

22 Antes Jesús dijo:

Ustedes no pueden ir al lugar donde yo voy.

Por eso, los líderes dijeron:

Tal vez Jesús se matará a sí mismo.

23 Jesús dijo:

Ustedes son de este mundo, aquí abajo.

Pero yo soy del cielo, allá arriba.

24 Yo dije:

“Dios no olvidará los pecados de ustedes.

Pero tal vez ustedes creen que YO SOY Dios.

Entonces Dios olvidará los pecados de ustedes”.

25 Los líderes dijeron:

¿Quién eres tú?

Jesús dijo:

Yo siempre digo lo mismo a ustedes.

Yo ya dije a ustedes quién soy yo.

26 El Padre dice la verdad.

El Padre me envió.

Yo podría decir mucho contra ustedes y juzgar las acciones de ustedes.

Pero yo no hago eso.

Yo sólo digo las palabras del Padre.

27 Los líderes estaban confundidos.

¿Por qué?

Porque Jesús dijo la palabra “Padre” no la palabra “Dios”.

28 Jesús dijo:

Yo soy el Hijo del Hombre.

Un día ustedes me matarán en una cruz.

Ese día ustedes sabrán que:

1. YO SOY Dios.

2. Yo no hago nada por mi propia autoridad.

3. Mi Padre me enseñó algunas cosas y yo sólo digo esas cosas.

29 Yo no estoy solo.

¿Por qué?

Porque

  • mi Padre me envió,
  • mi Padre está conmigo,
  • yo siempre obedezco a mi Padre y
  • a mi Padre le gustan mis acciones.

30 Muchas personas escucharon y creyeron en Jesús.

8.31-47 Cómo ser libre del pecado

31-32 Algunos judíos creyeron en Jesús.

Jesús dijo a estos judíos:

La persona que obedece mis enseñanzas

  • será mi discípulo,
  • conocerá la verdad y
  • será libre.

33 Los judíos dijeron:

Nuestro antepasado es Abraham.

¡Nosotros nunca hemos sido esclavos de ninguna persona!

¿Entonces por qué tú dices: “ustedes serán libres”?

34 Jesús dijo:

¡Atención, yo digo algo importante!

Todas las personas que pecan son esclavas del pecado.

Entonces, sí, ustedes son esclavos.

35 Un esclavo no vive para siempre con la familia.

Al contrario, un hijo sí vive para siempre con la familia.

36 Tal vez, yo (el Hijo) los libero a ustedes.

Entonces, en verdad ustedes serán libres.

37 Ustedes dicen:

“Nosotros somos hijos de Abraham”.

Yo sé que esto es verdad.

Pero ustedes quieren matarme.

¿Por qué?

Porque ustedes no aceptan mis enseñanzas.

38 Mi Padre me ha mostrado algunas cosas.

Esasn son las cosas que yo digo a ustedes.

El padre de ustedes dice algunas cosas.

Esas son las cosas que ustedes hacen.

39 Los judíos dijeron:

Nosotros somos hijos de Abraham.

Jesús dijo:

Eso es falso, Abraham no es el padre de ustedes.

¿Por qué?

Porque ustedes no hacen las mismas acciones de Abraham.

40 Dios me dijo la verdad.

Yo digo esa misma verdad a ustedes.

Pero ustedes quieren matarme a mí.

¡Abraham nunca hizo algo así!

41 Ustedes y el padre de ustedes hacen las mismas acciones.

Los judíos dijeron:

Dios es nuestro único Padre.

Nosotros no tenemos otro padre.

Por eso tú no debes decir:

“Ustedes no son verdaderos hijos de Dios”.

42 Jesús dijo:

Tal vez, ustedes fueran verdaderos hijos de Dios.

Entonces ustedes me amarían.

Yo vine de Dios y ahora estoy aquí.

No fue mi propia idea venir aquí.

Fue idea de Dios.

43 ¿Por qué ustedes no entienden mis palabras?

Porque ustedes

  • no aceptan mis palabras,
  • no quieren creer ni
  • obedecer mis enseñanzas.

44 Ustedes son hijos del diablo.

Ustedes quieren obedecer al diablo.

¿Cómo es el diablo?

1. Desde que Dios creó el mundo, el diablo siempre ha matado a las personas.

2. El diablo siempre está en contra de la verdad.

3. No hay nada de verdad en el diablo.

4. El carácter del diablo es falso y por eso el diablo dice mentiras.

5. Toda mentira es idea del diablo.

45 Yo digo sólo la verdad.

Por eso, ustedes no creen mis palabras.

46 Ustedes no pueden decir:

“Jesús hizo algo malo”.

Yo digo la verdad a ustedes.

¿Por qué ustedes no me creen?

47 Las personas que obedecen las palabras de Dios son hijas de Dios.

Pero ustedes no obedecen las palabras de Dios.

¿Por qué?

Porque ustedes son hijos del diablo, no hijos de Dios.

8.48-59 Jesús y Abraham

48 Los judíos dijeron:

Tú eres Samaritano.

Tú tienes un espíritu malo.

Nosotros decimos lo correcto.

49 Jesús dijo:

Yo no tengo ningún espíritu malo.

Yo sólo hablo bien de mi Padre.

Pero ustedes hablan mal de mí.

50 A mí no me importa que las personas hablen bien de mí.

Pero mi Padre sí quiere que las personas hablen bien de mí.

Mi Padre es el único juez.

51 ¡Atención, yo digo algo importante!

La persona que obedece mis enseñanzas nunca morirá.

52-53 Las personas dijeron:

Tú estás loco.

Ahora sí estamos seguros que tú tienes un espíritu malo.

Tú dices:

“La persona que obedece mis enseñanzas nunca morirá”.

Pero eso es falso.

Todas las personas un día morirán.

Por ejemplo, Abraham y los profetas obedecieron a Dios.

Pero igual, Abraham y los profetas murieron.

Tú no eres más importante que Abraham y los profetas.

¡Tú también morirás!

54 Jesús dijo:

Tal vez yo hablara bien de mí mismo.

Entonces mis palabras no serían importantes.

Pero yo no necesito hablar bien de mí mismo.

¿Por qué?

Porque mi Padre habla bien de mí.

Ustedes dicen que mi Padre es el Dios de ustedes.

55 Pero en verdad ustedes no conocen a mi Padre.

Yo sí conozco a mi Padre.

Yo podría decir:

“Yo no conozco a Dios”.

Pero eso sería mentira.

Yo diría mentiras igual que ustedes.

Pero en verdad yo sí conozco y obedezco a Dios.

56 Abraham, el antepasado de ustedes, estaba muy feliz.

¿Por qué?

Porque Abraham sabía que yo vendría a este mundo.

57 Los judíos dijeron:

¿Qué dices tú?

¡Tú nunca viste a Abraham!

Tú tienes menos de 50 años.

Es imposible que tú hayas visto a Abraham.

58 Jesús dijo:

¡Atención, yo digo algo importante!

Abraham vivió hace muchos años.

Pero yo vivía antes que Abraham.

¿Por qué?

Porque YO SOY Dios.

59 Entonces las personas recogieron piedras para matar a Jesús.

Pero Jesús se escondió y salió del templo.