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Hechos 15

15.1-6 Pablo y Bernabé van a Jerusalén

1 Algunos creyentes judíos

  • fueron a Antioquía y
  • dijeron a los creyentes no judíos de Antioquía:

La ley de Moisés enseña que es necesario circuncidarse para ser salvos.

2 Pablo y Bernabé no creían que era necesario circuncidarse para ser salvos.

Por eso Pablo y Bernabé discutían mucho con esos creyentes judíos.

Entonces los creyentes de Antioquía decidieron enviar a Pablo, a Bernabé y a otros creyentes a Jerusalén.

Allí en Jerusalén ellos hablarían con los apóstoles y los otros líderes para solucionar este problema.

3 La iglesia envió a Pablo, a Bernabé y a otros hombres a Jerusalén.

En el viaje, ellos

  • visitaron a los creyentes de Fenicia y de Samaria y
  • contaron cómo ahora muchas personas no judías creían en Jesús.

Los creyentes de Fenicia y de Samaria estaban muy felices de escuchar esto.

4 Después Pablo, Bernabé y los otros hombres continuaron su viaje a Jerusalén.

Al llegar a Jerusalén, Pablo y Bernabé contaron todos los milagros que Dios hizo en todos sus viajes.

Los creyentes estaban muy felices de ver a Pablo, a Bernabé y a los otros hombres.

5 Algunos de los creyentes eran miembros de un grupo de líderes religiosos.

Esos creyentes dijeron:

Las personas no judías que ahora creen en Jesús deben

  • circuncidarse y
  • obedecer la ley de Moisés.

6 Los apóstoles y los líderes se reunieron para hablar de este problema.

15.7-21 Pedro habla a los apóstoles y a los líderes

7 Después de discutir por mucho tiempo, Pedro se puso de pie y dijo:

Hace mucho tiempo Dios me escogió para ir a predicar a los no judíos.

¿Por qué?

Porque Dios quiere que las personas no judías

  • escuchen el mensaje de salvación y
  • crean en Jesús.

8-11 Todos ustedes saben que Dios me escogió para predicar a los no judíos.

Ustedes necesitan entender qué pasó.

Por eso yo les explicaré esto a ustedes.

Nosotros creemos que nadie puede salvarse sólo por obedecer la ley.

Nosotros intentamos obedecer toda la ley y nuestros antepasados también.

Pero esto fue imposible.

Ni nuestros antepasados ni nosotros pudimos obedecer toda la ley.

Nosotros creímos en la gracia de Jesucristo.

Por eso nosotros sabemos que Dios nos salva sólo por nuestra fe en Jesucristo.

Dios nos salvó y nos dio al Espiritu Santo.

Esta es la situación de nosotros los judíos.

Pero ahora, hablemos de las personas no judías.

¿Cómo los no judíos reciben la salvación?

¿Dios tiene un plan diferente para salvar a los no judíos?

¡Claro que no!

El plan es el mismo.

No hay diferencia entre los judíos y los no judíos.

Los no judíos también deben creer en la gracia del Señor Jesús.

Así Dios les dará la salvación y olvidará sus pecados.

¿Cuál es la prueba que Dios aceptó a las personas no judías en su familia?

Dios también les dio el Espíritu Santo a los no judíos.

Entonces no tiene sentido que ustedes quieran obligar a los no judíos a obedecer la ley de Moisés.

Dios conoce los corazones y los pensamientos de las personas.

Dios no obliga a los no judíos a obedecer la ley, ¿por qué ustedes sí?

¿Ustedes creen que son más inteligentes que Dios?

¡Claro que no!

12 Después del mensaje de Pedro ninguna persona dijo nada más.

Después, Pablo y Bernabé contaron las historias de todos los milagros que Dios hizo en las personas no judías.

13 Después Santiago dijo:

¡Amigos, atención por favor!

14 Pedro nos contó a nosotros las cosas que pasaron en la casa de Cornelio.

Alli, por primera vez Dios mostró su amor por los no judíos.

Dios escogió a estas personas para ser miembros de su familia.

15 Así se cumplieron las profecías que decían:

16 “Desde hace muchos años, la familia del rey David no gobierna a Israel.

Pero, yo (Dios)

  • vendré otra vez y
  • pondré un nuevo rey en Israel.

El nuevo rey será de la familia del rey David.

17-18 Las personas no judías de toda la Tierra

  • me buscarán y
  • serán miembros de mi familia.

Yo soy el Señor Eterno.

Yo prometí hacer esto hace mucho tiempo”.

19-21 Después Santiago dijo:

Algunos de ustedes piensan:

“Los creyentes no judíos deben obedecer todas las leyes judías”.

Pero yo pienso que

  • nosotros debemos ayudar a los creyentes no judíos y
  • no obligarlos a obedecer todas nuestras leyes.

Desde hace muchos años, cada sábado, la ley de Moisés se enseña en las sinagogas de todas las ciudades.

Por eso nosotros debemos escribir una carta con las leyes más importantes.

Esa carta debe decir:

“1. Ustedes sólo pueden tener sexo con sus esposos o esposas.

2. Ustedes no deben comer

  • la carne de animales que fueron una ofrenda para los ídolos,
  • animales que murieron con una cuerda en el cuello ni
  • carne con sangre”.

15.22-35 Los creyentes de Jerusalén escriben la carta

22-23 Los apóstoles, los líderes y toda la iglesia

  • escribieron una carta a los creyentes para contarles su decisión y
  • enviaron a Antioquía a Judas y a Silas (líderes de la iglesia de Jerusalén).

Judas y Silas viajarían a Antioquía con Bernabé y con Pablo.

La carta decía:

Los apóstoles, los líderes y los creyentes de Jerusalén escribimos esta carta para los creyentes no judíos de Antioquía, Siria y Cilicia.

Queridos amigos que aman a Jesús:

24 Algunas personas de la iglesia de Jerusalén fueron a Antioquía y dijeron:

“Ustedes deben circuncidarse y obedecer la ley judía”.

Ustedes pensaron que ese mensaje era una orden de nosotros.

Por eso ustedes estaban preocupados y confundidos.

Pero ustedes no deben preocuparse.

Nosotros no les enviamos ese mensaje a ustedes.

25 Hoy nosotros hablamos de este problema y todos tomamos una decisión.

Nosotros escogimos a unos hombres.

Esos hombres son Judas y Silas.

Judas y Silas los visitarán a ustedes y les contarán nuestra decisión.

Nuestros buenos amigos Pablo y Bernabé también irán con Judas y Silas.

26 Ustedes saben que Pablo y Bernabé han sufrido mucho por hablar de Jesús.

27 Judas y Silas explicarán a ustedes el mensaje de esta carta.

28 El Espíritu Santo y nosotros creemos esto:

“Ustedes no necesitan obedecer todas las leyes judías.

Ustedes sólo deben obedecer estas 2 leyes:

29 ‘1. Ustedes sólo pueden tener sexo con sus esposos o esposas.

2. Ustedes no deben comer

  • la carne de animales que fueron una ofrenda para los ídolos,
  • animales que murieron con una cuerda en el cuello ni
  • carne con sangre’”.

Obeceder estas leyes es suficiente.

Nosotros les enviamos a ustedes todo nuestro amor.

30 Después de recibir la carta Pablo, Bernabé, Silas y Judas salieron de Jerusalén y fueron a Antioquía.

Los creyentes de Antioquía se reunieron para leer la carta.

31 Después de leer la carta, los creyentes de Antioquía estaban muy felices.

Esa carta animó mucho a los creyentes.

32 Judas y Silas también eran profetas.

Judas y Silas dijeron muchas palabras que animaron e hicieron más fuerte la fe de los creyentes.

33 Judas y Silas se quedaron en Antioquía por un tiempo.

Todos los creyentes bendijeron a Judas y a Silas.

Después Judas y Silas fueron a Jerusalén otra vez.

34-35 Pablo y Bernabé se quedaron en Antioquía mucho más tiempo.

En ese tiempo Pablo, Bernabé y otros creyentes

  • hablaron de Jesús a las personas y
  • enseñaron el mensaje de salvación.

15.36-41 Pablo y Bernabé no continúan viajando juntos

36 Un tiempo después, Pablo dijo a Bernabé:

Nosotros hablamos de Jesús en muchos lugares.

Nosotros deberíamos ir a visitar esas ciudades otra vez y ver cómo están esos creyentes.

37 Bernabé quería llevar a Juan Marcos en el viaje.

38 Pero Pablo dijo a Bernabé:

¡Juan Marcos se quedó en Panfilia y no continuó el viaje con nosotros!

No es buena idea llevar a Juan Marcos otra vez.

39-41 Pablo y Bernabé discutieron por esto.

Ni Pablo ni Bernabé cambiaron de opinión.

Por eso Pablo y Bernabé se separaron y no continuaron viajando juntos.

Bernabé escogió a Juan Marcos.

Bernabé y Juan Marcos viajaron en un barco a Chipre.

Pablo escogió a Silas.

Pablo y Silas viajaron a Siria y a Cilicia.

Los creyentes de Antioquía oraron para que Dios cuidara a Pablo y a Silas.

En Siria y Cilicia, Pablo y Silas ayudaron a las iglesias a ser más fuertes.