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Marcos 7

7.1-13 Las leyes de Dios y las leyes de las personas

1-5 Los líderes religiosos y los judíos cumplían muchas leyes.

Una de estas leyes decía:

Ustedes deben lavar

  • los vasos,
  • las copas y
  • las ollas de una manera especial.

Otra ley decía:

Ustedes deben lavarse las manos antes de comer.

Los judíos van a la plaza de mercado.

Después los judíos

  • llegan a la casa,
  • lavan la comida y
  • se lavan las manos.

¿Para qué?

Para cumplir las leyes para poder comer.

Un día, unos líderes religiosos

  • llegaron de Jerusalén,
  • se acercaron a Jesús,
  • vieron a los apóstoles comer con las manos sucias y
  • dijeron a Jesús:

Los apóstoles no se lavan las manos antes de comer.

¿Por qué los apóstoles no obedecen nuestras leyes?

6-9 Jesús dijo a los líderes religiosos:

Hay 2 tipos de leyes:

1. Las leyes verdaderas de Dios.

Ustedes ignoran y rechazan esas leyes.

2. Las leyes falsas de las personas.

Ustedes obedecen muy bien esas leyes.

Ustedes son personas falsas.

Por eso, el profeta Isaías escribió:

“Ustedes dicen:

‘Sí, yo honro a Dios’.

Pero, eso es falso.

Ustedes no obedecen a Dios.

Los corazones de ustedes están lejos de Dios.

Ustedes enseñan las leyes de las personas y no las leyes de Dios.

Ustedes adoran a Dios.

Pero la adoración de ustedes no sirve para nada”.

10 Yo (Jesús) doy un ejemplo.

Moisés dijo:

“Ustedes deben respetar a sus padres”.

Moisés también dijo:

“Tal vez, una persona dice cosas malas contra sus padres.

Esa persona debe morir”.

11 Pero ustedes dicen algo diferente.

Tal vez, una persona dice a sus padres:

Yo no puedo darles plata a ustedes.

¿Por qué?

Porque yo ya di esa plata a Dios.

12 Entonces, esa persona ya no debe hacer nada más por sus padres.

13 Así, ustedes

  • obedecen las leyes de las personas e
  • ignoran las leyes de Dios.

Este es sólo un ejemplo.

Ustedes hacen muchas acciones como estas.

7.14-23 ¿Por qué Dios rechaza a una persona?

14 Otra vez, Jesús llamó al grupo grande de personas y dijo:

Ustedes deben prestar atención y entender esto.

15 ¿Dios rechaza a una persona por la comida que come?

¡No!

Pero, toda persona tiene cosas malas en el corazón.

Por estas cosas Dios sí rechaza a las personas.

17 Jesús se fue de allí y entró a una casa.

Entonces, los apóstoles dijeron a Jesús:

¿Qué significa esta enseñanza?

18 Jesús dijo a los apóstoles:

¿Cómo es posible que ustedes no hayan podido entender esta enseñanza?

Dios no acepta o rechaza a una persona por la comida que entra a su cuerpo.

19 ¿Por qué?

Porque la comida

  • entra al estomago y
  • después sale del cuerpo.

La comida no entra al corazón

(Al decir esto, Jesús dio permiso para comer todo tipo de comida).

20 Jesús habló otra vez y dijo:

¿Qué muestra cómo es el corazón de una persona?

Las palabras y las acciones de esa persona.

Dios rechaza a una persona por esas cosas.

21-22 ¿Por qué?

Porque del corazón de una persona salen cosas como:

  • malos pensamientos,
  • pecados sexuales,
  • robo,
  • matar,
  • adulterio,
  • querer las cosas de otras personas,
  • ser malo con otras personas,
  • engaño,
  • deseos sensuales,
  • celos,
  • hablar mal contra otras personas,
  • creer: “Yo soy muy importante” y
  • hacer acciones sin pensar.

23 Todas estas cosas salen del corazón de una persona.

Por estas cosas, Dios sí rechaza a una persona.

7.24-30 Jesús ayuda a una mujer no judía

24 Después Jesús

  • salió de allí,
  • fue a la región de Tiro y
  • entró en una casa.

Jesús quería esconderse pero no pudo.

25-26 Allí había una mujer de Fenicia (una región en el país de Siria).

Esta mujer no era judía.

Por eso, los judíos no querían a esta mujer.

La hija de esta mujer tenía un espíritu malo.

Una persona dijo a esta mujer:

Jesús está aquí.

Por eso, la mujer

  • fue donde Jesús,
  • cayó de rodillas y
  • dijo a Jesús:

Por favor, echa fuera al espíritu malo de mi hija.

27 Entonces, Jesús dijo a la mujer:

Primero un padre da comida a los hijos y después a los perros.

No está bien quitar el pan de los hijos para dar ese pan a los perros.

28 La mujer dijo a Jesús:

Eso es verdad.

Pero al comer, los niños botan pedazos de pan al piso.

Después, los perros comen esos pedazos de pan.

29 Entonces, Jesús dijo a la mujer:

Esa es una respuesta buena.

Tú debes ir a casa.

El espíritu malo ya salió de tu hija.

30 Entonces, la mujer

  • fue a su casa y
  • encontró a su hija en la cama.

El espíritu malo ya no estaba en su hija.

7.31- 37 Jesús sana a un hombre sordo

31 Jesús

  • salió de la región de Tiro,
  • caminó por la ciudad de Sidón y
  • fue al lago de Galilea y a la región de nombre “Las 10 ciudades”.

32 Entonces, unas personas trajeron un hombre donde Jesús.

Este hombre era sordo y no hablaba claro.

Estas personas dijeron a Jesús:

Por favor, toca a este hombre sordo con tus manos.

33 Jesús llevó al hombre sordo lejos del grupo de muchas personas (para estar a solas).

Después Jesús

  • puso los dedos dentro de los oídos del hombre sordo,
  • escupió en los dedos,
  • tocó con los dedos la lengua del hombre sordo,
  • miró al cielo,
  • tomó aire y
  • dijo:

Oídos, yo les doy una orden:

“Ustedes deben escuchar”.

34 Entonces, el hombre sordo pudo escuchar y hablar bien.

Jesús ordenó a los amigos del hombre sordo:

Ustedes no deben hablar de este milagro con ninguna persona.

Pero los amigos del hombre sordo

  • no obedecieron a Jesús y
  • hablaron en todas partes sobre este milagro.

35 Las personas estaban sorprendidas y decían:

Todos los milagros de Jesús son maravillosos.

Jesús también sana a las personas que no escuchan ni hablan.

Jesús toca los oídos de una persona sana y lo sana.

“Jesús puso los dedos dentro de los oídos del hombre sordo y dijo: Oídos yo les doy una orden, ¡ustedes deben escuchar!