Efesios 2

2.1-10 Antes nosotros estábamos muertos, pero ahora nosotros estamos vivos

1-2 Antes ustedes

  • pecaban y
  • no obedecían a Dios, igual que las personas de este mundo.

Ustedes estaban muertos espiritualmente y no tenían ninguna relación con Dios.

Al contrario, ustedes obedecían al diablo y a sus espíritus malos.

El diablo es el jefe de los espíritus malos que están en el mundo espiritual.

El diablo es el espíritu que gobierna a las personas que no obedecen a Dios.

3 En el pasado, nosotros obedecíamos todos los deseos malos de nuestros cuerpos y de nuestros pensamientos.

Por eso nosotros debíamos recibir el mismo castigo que todas las otras personas del mundo.

4-5 Pero Dios nos ama a nosotros muchísimo y no nos castigó.

Antes nosotros estábamos muertos espiritualmente y lejos de Dios.

¿Por qué?

Por culpa de nuestros pecados.

Pero Dios es bueno y nos ama a nosotros.

Por eso Dios

  • tuvo mucha misericordia con nosotros y
  • dio vida a Cristo para salvarnos a nosotros.

Pero así, Dios también nos dio vida a nosotros.

Por su gracia, Dios nos salvó a nosotros.

6 Dios resucitó a Cristo.

Ahora nosotros estamos unidos a Jesucristo.

Así Dios también nos resucitó a nosotros.

Nosotros estamos sentados con Cristo en el cielo.

7 ¿Por qué Dios hizo todo esto?

Para mostrarnos a nosotros que Dios siempre es bueno, ahora y también en el futuro.

Dios usó a Jesucristo para mostrarnos a nosotros su gracia.

Dios tiene muchísima, muchísima gracia.

Es imposible entender cuán grande es la gracia de Dios.

8 Dios es bueno y nos salvó a nosotros.

¿Cuándo?

Cuando nosotros creímos en Jesús.

Es decir, la salvación viene por la gracia de Dios y la fe en Jesús.

Nosotros no hicimos nada para recibir esa salvación.

Esa salvación es un regalo de Dios.

9 Algunas personas dicen:

Yo hago acciones buenas, por eso Dios me salvó.

Pero esto es falso.

La salvación es un regalo, no es un premio.

10 Ahora nosotros somos amigos de Jesucristo.

Dios nos dio nueva vida y cambió nuestras vidas.

Por eso ahora nosotros hacemos buenas acciones.

Así nosotros cumplimos el plan de Dios.

2.11-22 Los judíos y los no judíos son una sola familia

11 Los judíos tienen una costumbre.

Los judíos cortan una parte del pene de los bebés.

Pero esto sólo cambia el cuerpo, no el corazón.

Los judíos dicen a los no judíos:

Ustedes, los no judíos, no obedecen esta costumbre.

Por eso ustedes no son miembros de la familia de Dios.

¡Pero nosotros, los judíos, sí!

12 Ustedes deben recordar algo.

Antes las promesas de Dios sólo eran para los judíos, no para ustedes.

¿Por qué?

Porque ustedes

  • no conocían a Cristo,
  • no eran miembros de la familia de Dios,
  • no tenían a Dios en sus vidas
  • ni tenían esperanza.

Ustedes eran iguales a las personas del mundo.

13 Antes ustedes estaban lejos de Dios.

Pero ahora ustedes están cerca de Dios.

¿Por qué?

Porque Jesucristo murió en la cruz y resucitó, y ustedes creyeron en Jesucristo.

14-16 Antes los judíos y los no judíos eran enemigos.

Pero ahora, los judíos y no judíos

  • tienen paz,
  • ya no son enemigos,
  • están unidos como un solo pueblo,
  • son personas nuevas y
  • son amigos de Dios.

Cristo mismo unió a estos pueblos en paz.

Su muerte en la cruz

  • destruyó la pared de separación y odio entre los 2 pueblos y
  • canceló el poder de la ley y las reglas judías.

17 Cristo vino y predicó el mensaje de paz.

¿A quién?

A nosotros (los judíos que estábamos cerca de Dios), y también a ustedes (los no judíos que estaban lejos de Dios).

18 Ahora por la muerte de Cristo todos nosotros

  • tenemos al Espíritu Santo y
  • podemos entrar a la presencia del Padre.

19 Antes ustedes (los no judíos) no eran miembros de la familia de Dios.

Pero ahora ustedes

  • son miembros de la familia de Dios y
  • tienen los derechos de los ciudadanos del pueblo de Dios.

20 Yo tengo un ejemplo.

Para construir un edificio se necesita

  • una base pesada y segura y
  • una piedra principal, grande y fuerte.

Esa piedra es más importante que las otras piedras del edificio.

Esa piedra mantiene a las otras piedras en el lugar correcto.

Por eso el edificio no se cae.

En este ejemplo

  • la piedra principal es Jesucristo,
  • la base son los mensajes y las enseñanzas de los apóstoles y de los profetas y
  • el edificio son ustedes, la familia de Dios.

21 Todas las otras piedras del edificio están unidas a Jesucristo.

Cristo quiere que nuestra vida espiritual y nuestra relación con Dios mejore y crezca.

Así nosotros seremos el templo santo de Dios.

22 Ustedes están unidos a Cristo.

Por eso ustedes son parte de este edificio donde el Espíritu Santo vive.

El edificio de la familia de Dios